Las ondas gravitacionales son perturbaciones en el tejido del espacio-tiempo que se propagan a la velocidad de la luz. Se producen como resultado de ciertos eventos cósmicos extremadamente violentos, como la fusión de agujeros negros, la colisión de estrellas de neutrones o la explosión de supernovas. Estas perturbaciones son predichas por la teoría de la relatividad general de Einstein y se espera que transporten información sobre los eventos cataclísmicos que las generan.
Descripción
Las ondas gravitacionales fueron predichas por primera vez por Albert Einstein en 1915 como una consecuencia de su teoría de la relatividad general. Sin embargo, pasaron casi un siglo antes de que fueran detectadas directamente por primera vez. En 2015, el experimento LIGO (Observatorio de Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales) anunció la primera detección exitosa de ondas gravitacionales generadas por la fusión de dos agujeros negros, marcando el comienzo de una nueva era en la astronomía.
La detección de ondas gravitacionales abre una ventana completamente nueva para observar y comprender el universo. A diferencia de la luz electromagnética, que puede ser absorbida o dispersada por la materia, las ondas gravitacionales pueden viajar a través del espacio-tiempo sin obstáculos, proporcionando información directa sobre los eventos cataclísmicos que las crean. Esto permite a los astrónomos estudiar fenómenos cósmicos de una manera completamente nueva y puede conducir a descubrimientos revolucionarios sobre la naturaleza del universo.